UMA. PRIMEROS ESPACIOSARCHIVO FOTOGRÁFICO HISTÓRICO UMA - Publicaciones - Estudio Bienvenido-Arenas. Fotografías de Málaga En los años cincuenta y sesenta pasados, una pregunta parecía inquietar a la conciencia colectiva: ¿cómo Málaga, con más de 300.000 habitantes, una de las cinco primeras ciudades de España, con un pasado mercantil e industrial más que notable y a punto de convertirse en referente del turismo internacional, no tenía Universidad? La cuestión, a efectos de análisis social, sigue teniendo interés y, desde luego, no cabe una única respuesta. Entre las razones que pudieran explicar este extraño fenómeno, cabe considerar como relevantes, en primer término, la inercia secular de sostenido desapego de las clases gobernantes de la ciudad a la causa educativa, a la que hay que añadir el férreo caciquismo que durante los siglo XVIII y XIX atenazó a la capital y la provincia, poco propicio a la extensión del conocimiento y la cultura, y quizás tampoco convenga ignorar la decisiva influencia en el ámbito local, hasta bien entrado el siglo XX, de una notoria burguesía de ascendencia extranjera, poco afecta a los intereses de la ciudadanía malagueña. En cualquier caso, no cabe argumentar, lugar común excesivamente frecuentado, falta de interés de la población; los hechos evidencian lo contrario. El Diccionario Geográfico - Histórico - Estadístico de Pascual Madoz, 1850, anota: “La enseñanza en Málaga ha pasado y pasa por todas las vicisitudes de las épocas, y es fuerza decir que en esta parte no ha habido el mejor acierto en adecuar la instrucción a las necesidades del país”. Pasa luego a enumerar los distintos centros educativos con que cuenta la ciudad: dos escuelas públicas de enseñanza primaria, otra escuela gratuita de la Casa Socorro de niños huérfanos y un número considerablemente mayor de establecimientos privados dedicados a la educación (34 de niños y 50 de niñas), sin demasiado control institucional del contenido de las enseñanzas; en un nivel superior, un instituto provincial de segunda enseñanza, ubicado en el desamortizado convento de San Felipe Neri (en el que se integraba la antigua Escuela de San Telmo, dedicada a los estudios náuticos), la Escuela Normal de Maestros, y el Seminario Conciliar. Cien años más tarde, el ámbito de la enseñanza secundaria de carácter público no parecía haber mejorado sensiblemente: un Instituto de Bachillerato, la Escuela Normal y la Escuela de Peritos (que tenía como antecedente la Escuela Industrial, inaugurada en enero de 1928, instalada –provisionalmente– en la calle de la Regente. Este panorama se completaba, además del Seminario Diocesano, con colegios, religiosos en su mayoría, privados y academias del mismo carácter. Esta imagen empieza a cambiar en 1961 cuando, simultáneamente, se inauguran los edificios de la Escuela Peritos, que abandonaba la provisionalidad de la calle de la Regente, y la Escuela Normal de Magisterio, ambas en la amplia explanada del Ejido.
También el edificio, inaugurado en 1962, de la antigua Escuela de Comercio, que junto con el Instituto Masculino de Enseñanza Media Ntra. de la Victoria, formaba parte del conjunto educativo construido en Martiricos según proyecto de Miguel Fisac, pasó a formar parte de las instalaciones de la UMA. En aquellas instalaciones estuvieron el Instituto de Ciencias de la Educación, el Centro de Tecnología de la Imagen, el Servicio de Publicaciones, la Escuela Universitaria de Logopedia y la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Actualmente lo ocupa la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud.
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Última actualización el Lunes, 01 de Febrero de 2016 11:38 |